Los suaves rayos del sol,
el dulce canto de los pájaros.
Se va vaciando la habitación que te encantaba.
Se despegan y caen los resto de la pintura
de los platos que compramos.
Todos los juguetes a los que estaba acostumbrado
los guardé y até con fuerza.
Una habitación que revivió ampliamente,
está más resplandeciente que nunca.
Lion, los dos salimos de una jaula que se congestionó.
¿Estarás riendo como lo solías hacer?
Una foto vieja, ahora estás mas delgado que yo.
Las arrugas de la cara,
incluso el grosor de los párpados es diferente.
Tu tenías el pelo que te llegaba a la cintura.
Lo vi como una melena de color ámbar.
Detrás de esa aguda mirada se esconde
una solitaria vida.
Pensaba que con mis colores podría recubrirla.
Lion, los dos salimos de una jaula que se congestionó.
¿Buscarás a alguien que se parezca a mí?
Te quiero tanto,
Te amo, perdóname.
Te amo tanto,
Lion.
Te quiero.
Te amo, perdóname.
Te quiero tanto,
te amo, perdóname.
Te amo tanto.
Lion, Lion.
Lion, los dos salimos de una jaula que se congestionó.
Donde estés, ya no me busques.
Lion, te dejaré ir de ésta jaula que se congestionó.
¿Estarás riendo como lo solías hacer?
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Le tengo un especial cariño a ésta canción, pues es la única que a día de hoy me hace llorar. Y lo cierto es que no entiendo por qué me hace llorar...La melodía no es especialmente emotiva, la letra tampoco (Ni tan siquiera la comprendo del todo), pero, a pesar de todo, siempre que suena se me saltan las lágrimas.
Por si sentís curiosidad, la canción es Lion, de Tsukiko Amano.
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